De esta manera es cómo el herido por la pena sueña con quien ya no está. Extracto de «El sommelier de almas»:
…que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.
Pedro Calderón de la Barca
CAPÍTULO XXX.
Un sueño.
De la mano; con dedos entrelazados de una manera tal como queriendo decirnos que esas manos, esas almas, jamás volverían a separarse. Así es como entramos en Anaqueles y espinas. Ella con los ojos vendados. Yo quiero mostrarle lo que le he hecho a su espacio, a su negocio. Allí a solas en medio del local, con la luz del sol filtrándose por las cristaleras, la despojo del pañuelo que cubre sus ojos y ella me sonríe con deleite; está encantada con el cambio. Y somos inmensamente felices. Más de lo que, quizás, le debiera estar permitido a un mortal.